21/7/11

Construyendo tu vida


Existió una vez un gran carpintero que ya se iba a retirar y así se lo comunicó al contratista con el que había trabajado toda su vida haciendo para él grandes casas. No recibiría toda la pensión por retirarse antes de tiempo pero prefería vivir tranquilo con su mujer.

El contratista lamentó su decisión pero la comprendía perfectamente. Estaba triste por la pérdida de un gran carpintero que tan magníficas casas le había proporcionado. Sin embargo, el contratista le pidió una última casa como un favor personal, debía ser una gran casa que superase todas las expectativas.

El carpintero accedió pero pronto perdió la motivación, su corazón y su mente ya no querían trabajar más. Es por esto por lo que recurrió a materiales de mala calidad y a mano de obra barata. Fue una desafortunada manera de abandonar toda una vida de excelentes trabajos.

Cuando el carpintero terminó su trabajo, el empresario vino a inspeccionar la casa, dio un rodeo a la misma y sacó la llave de entrada de la casa:

- ¡Toma la llave de esta casa!, a partir de ahora esta casa es tuya, es mi regalo de despedida para ti.

El carpintero se quedó sorprendido. ¡Qué vergüenza! Si hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, lo habría hecho todo de manera diferente.

Como ves, siempre hemos de utilizar los mejores cimientos cuando estamos construyendo nuestra vida, es como nuestra casa en la que vamos a vivir. Un día nos damos cuenta que no utilizamos los mejores materiales y si pudiéramos vivir de nuevo lo haríamos de manera muy diferente. Sin embargo, no podemos volver atrás.

Tú eres el carpintero. Cada día coges el martillo para clavar un clavo en una tabla y así levantar una pared. La vida es tu propio proyecto.

Tu actitud y las decisiones que tomes hoy construyen la "casa" en la que vivirás mañana.

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