El relato de
Marcos deja claro que solo Jesús es la fuente, el inspirador y el modelo de la
acción evangelizadora de sus seguidores. Estos actuarán con su autoridad. No
harán nada en nombre propio. Son "enviados" de Jesús. No se
predicarán a sí mismos: solo anunciarán su Evangelio. No tendrán otros
intereses: solo se dedicarán a abrir caminos al reino de Dios.
La única manera de
impulsar una "nueva evangelización" es purificar e intensificar esta
vinculación con Jesús. No habrá nueva evangelización si no hay nuevos
evangelizadores, y no habrá nuevos evangelizadores si no hay un contacto más
vivo, lúcido y apasionado con Jesús. Sin él haremos todo menos introducir su
Espíritu en el mundo.
Al enviarlos,
Jesús no deja a sus discípulos abandonados a sus fuerzas. Les da su
"autoridad", que no es un poder para controlar, gobernar o dominar a
los demás, sino su fuerza para "expulsar espíritus inmundos",
liberando a las gentes de lo que esclaviza, oprime y deshumaniza a las personas
y a la sociedad.
Los discípulos
saben muy bien qué les encarga Jesús. Nunca lo han visto gobernando a nadie.
Siempre lo han conocido curando heridas, aliviando el sufrimiento, regenerando
vidas, liberando de miedos, contagiando confianza en Dios. "Curar" y
"liberar" son tareas prioritarias en la actuación de Jesús. Darían un
rostro radicalmente diferente a nuestra evangelización.
Jesús los envía
con lo necesario para caminar. Según Marcos, solo llevarán "bastón, sandalias y una túnica".
No necesitan de más para ser testigos de lo esencial. Jesús los quiere ver
libres y sin ataduras; siempre disponibles, sin instalarse en el bienestar;
confiando en la fuerza del Evangelio.
Sin recuperar este
estilo evangélico, no hay nueva evangelización. Lo importante no es poner en
marcha nuevas actividades y estrategias, sino desprendernos de costumbres,
estructuras y servidumbres que nos están impidiendo ser libres para contagiar
lo esencial del Evangelio con verdad y sencillez.
La Iglesia ha
perdido ese estilo itinerante que sugiere Jesús. Su caminar es lento y pesado.
No acierta a acompañar a la humanidad. No tenemos agilidad para pasar de una
cultura a otra. Nos agarramos al poder que hemos tenido. Nos enredamos en
intereses que no coinciden con el reino de Dios. Necesitamos conversión.
José Antonio Pagola.
José Antonio Pagola.
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