Lucas 18,1-8 (29 Tiempo ordinario – C)
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo
tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había
un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
"Hazme justicia frente a mi adversario."Por algún tiempo se llegó, pero después se dijo: "Aunque
ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando,
le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.""Y el Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez
injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y
noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero,
cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"
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José Antonio Pagola
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