15/6/09

CARTA DESDE AFRICA


CARTA
Desde
ÁFRICA



Querido Tino y amig@s de Guadalupe:

¡Feliz Pascua de Resurrección!. Este año ha venido tan pronto que casi nos pilla masticando turrón. Bueno, de hecho a mí me ha pillado porque algunas barras, y dulces que nos mandaron algunos amigos nos han llegado en Febrero, y nos han servido para celebrar la Pascua.

Pero en fin, lo importante es que disfrutamos de paz y nos ha dado tiempo a prepararla bien y ahora estamos celebrándola en las diferentes capillas de la misión y bautizando a los catecúmenos que están preparados.

Aquí en la misión pudimos celebrar por primera vez en muchos años la Vigilia Pascual sin miedo a posibles ataques de la guerrilla. Y en esa celebración se bautizaron 43 catecúmenos cuyas edades van desde los 15 a los 25 años.

El Domingo de Pascua yo fui a celebrar a Nariamaoi, una capilla de la misión que está a unos 23 kms. de distancia. Digo capilla por darlo un nombre, pues en realidad rezamos debajo de un árbol, con tres laminas de zinc sostenidazas por unos cuantos troncos que protegían un poco del sol la mesa que hacia de altar.

Y también allí se celebraron 37 bautizos de adultos. En fin que aquí todavía podemos disfrutar del Espíritu de Pascua, pues la gente está por seguir a Jesús. Su mensaje es valido hoy, y esto debe animarnos a todos porque la Iglesia de Jesús, esa Iglesia que él inaugura con su muerte y resurrección, sigue muy viva.

¡Y esa Iglesia la formamos TODOS!.

Yo, como todo jornalero que se merece su descanso, he decidido en esta semana descansar un poco, si me dejan claro, porque a la hora de la verdad siempre hay cosas mas o menos urgentes que hay que solucionar. Y en esta semana me he propuesto encontrar tiempo para comunicarme con todos mis amigos. Estáis siempre ahí, dispuestos a dar una mano cada vez que os pido ayuda para algo en concreto, y os merecéis un poco de información y noticias de cómo nos van las cosas por aquí en la misión y en Uganda.

En lo político ya os mencionaba que disfrutamos de paz, pero en lo demás parece que eso de estar en un rincón del norte de un país como este, siempre complica las cosas más. Y digo esto, porque cuando a finales de año estábamos saliendo de la crisis de las inundaciones, que habían hecho imposible el acceso a la zona, con el consecuente aumento de los precios de todo, por su escasez, y ya estábamos contentos porque entrábamos en la época seca y las carreteras se hacían viables, ya que al menos estaban secas, es precisamente cuando se hacen las elecciones en Kenia, país vecino. No hace falta que os cuente lo que allí ocurrió al anuncio de los resultados, porque ya os lo habrán dicho ahí los medios de comunicación.

Bueno pues en Uganda, al no tener acceso directo al mar, dependemos de las carreteras de Kenia para el combustible y muchas otras cosas mas, pues llegan al puerto de Mombasa y desde allí por carretera viajan a Kampala. Y entonces con el corte de todas las carreteras en el país vecino, por la violencia que allí se desató, -incendiaban los camiones y destruían los contenedores de mercancías-, la vida volvió a paralizarse en Uganda. En la capital estuvieron hasta 10 días sin combustible en las gasolineras. Los precios de todo se ha disparado de nuevo. Nadie quiere hacerte un presupuesto de nada porque no saben a que precio van a comprar los materiales. Dos proyectos que teníamos pendientes (uno de pozos y otro de un dispensario-maternidad-) las compañías correspondientes no han dado aun fecha de cuando podrán comenzar los trabajos porque con lo que nos han presupuestado, ahora con los precios actuales del cemento y la gasolina habría que multiplicarlo por cuatro. Así que como ellos saben bien que eso es una locura, y que el dinero nos cuesta mucho trabajo encontrarlo, pues nos dicen que tengamos paciencia.

Pero no nos hemos quedado parados, siempre hay piedras para reparar caminos; leña y paja para hacer techos; arcilla para hacer bloques de barro, así que hemos aprovechado para hacer otras cosas.

El dispensario que teníamos proyectado comenzar este año, lo hemos comenzado provisionalmente, habilitando dos barracones de barro y paja que antes se utilizaban para los catecúmenos.

En cada barracón podemos acomodar a 25 pacientes, uno es para mujeres y el otro para niños, con una esterilla en el suelo y una manta por el momento se valen. Necesitaríamos camas y colchones para que todo estuviese un poco más higiénico y duplicar el espacio, ya que en la cama estaría el enfermo, y en la esterilla, debajo de la cama, dormiría el acompañante. No como ahora, que con pacientes y acompañante, todos en el suelo, no sabes a veces quien es quien.

Las camas nos las pueden hacer por el equivalente a unos 80€ cada una, y colchones de goma espuma de un grosor decente se pueden encontrar, cuando los precios vuelvan a la normalidad, a unos 30€ cada uno. Se necesitarían 50 de cada, y los iremos comprando poquito a poco en la medida que podamos y que nos ayudéis.

En fin, aunque con estructuras muy provisionales, la gente se va ya acostumbrando a venir. Y para ayudar a ello, organizamos también cursos básicos de higiene y alimentación para las embarazadas y las lactantes, y cursillos de prevención de ciertas enfermedades entre los adultos. Y de paso siempre que se puede damos formación humana y cristiana, que todo ayuda a formar una sociedad mas sana.

Gracias por esos 1000€ que en Octubre nos enviasteis. Casi todos habéis puesto vuestro granito de arena… de verdad, que contando con amigos así nos da tranquilidad, y también cierta euforia para acometer nuevos proyectos.
Sabemos que estáis ahí detrás y aunque entremos en números rojos, poquito a poco esos números desaparecen, y el proyecto o el trabajo hecho ahí queda.

Mucha de esa ayuda la hemos usado para comprar cosas necesarias para el dispensario, como: medicinas, arroz, azúcar, mantas, leche en polvo, etc. Y cada tarde cuando me doy una vuelta por aquel barracón, y veo a los niños en sus esterillas, sonriendo a pesar de todos sus males, me acuerdo de todos vosotros, que sois quienes hacéis esas sonrisas posibles. ¡Gracias!.

También me habéis quitado un gran peso de encima con la cuestión de las máquinas de coser que necesitaremos para final de curso, ya tenemos para nueve, aunque por el momento solo he comprado dos, por la situación de los precios que os decía antes, pero ya he dicho a mis compañeros en Kampala que me compren 13 más, cuando el mercado se normalice.

¡Dios proveerá para pagarlas!.

Os recuerdo mucho y muy a menudo. ¿Como podría olvidar a quienes hacéis posible el funcionamiento de todo esto?. Y pido al Señor que cada uno de vosotros podáis sentir esa misma felicidad que nosotros sentimos aquí cuando al finalizar el día nos vamos a descansar sabiendo que hemos puesto un ladrillito mas en la construcción de ese Reino que Jesús nos anunció.

Muchos recuerdos a todos los amig@s de esa parroquia de Guadalupe.

Un abrazote,



José Juan Verdejo Alonso
Misionero Comboniano
KAMPALA (Uganda)



No hay comentarios: