25/5/10

SILENCIO Y PALABRA, EN LA CATEDRAL Y EN LA CALLE



¡Ah, ese Taizé siempre nuevo!. ¡Increible!. El sábado 9 de mayo de 2009, en la Iglesia del Salvador de Sevilla … llena hasta los topes de jóvenes … algunos se quedaron en la plaza porque no encontraron sitio. Era el encuentro de Taizé en Sevilla, la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra. Aquí con la propuesta “¡Vivir lo inesperado !”. Lo que nunca me pude esperar era ver a los hermanos de Taizé, en una gozosa sencillez, orando junto a una multitud de jóvenes, la belleza de los iconos decorados con naranjas y bajo un dosel rojo al fondo del altar, la Virgen del Rocío.
Imagen elocuente por sí misma. Era Sevilla. Era la anécdota que me ayudaba a comprender hasta qué punto la comunidad de Taizé está dispuesta a vivir lo inesperado, a acoger a los jóvenes en sus iglesias locales, en su propia realidad.
Desde hacía meses la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Sevilla, y Adrián su delegado, preparaba con predilección este encuentro abierto a los jóvenes de Andalucía y Portugal. Más de dos mil jóvenes han respondido a la invitación. También de otras diócesis españolas. La diócesis de Cádiz y su obispo se unió a los jóvenes sevillanos.
Esos más de dos mil jóvenes, entre los que había unos trescientos de Portugal, encontraron un lugar en los 45 “puntos de acogida” preparados para el encuentro entre familias, parroquias, colegios y comunidades religiosas. Los hermanos de Taizé han hecho un buen trabajo para aunar los distintos grupos, tanto los de la pastoral
diocesana como los de las comunidades religiosas. Sevilla ha experimentado del 8 al 10 de mayo que es posible encontrarse, dialogar, conocerse, orar y generar esperanza juntos desde la pluralidad.
En esos “puntos de acogida” se han tenido momentos de oración y compartir sobre la realidad de esas comunidades, conociendo los lugares de sufrimiento y también las esperanzas que despiertan.
A pie, de Triana a la iglesia del Salvador, pasando por la Catedral. En los nuevos medios de transporte sevillanos el tranvía, o en el metro hasta el barrio del Nervión, te encontrabas con los jóvenes que iban y venían de la acogida y lugar del almuerzo en el colegio Marista de San Fernando, a los talleres, a la oración, a alguna de las parroquias como la del Santísimo Redentor que se implicaron tanto en la preparación del encuentro como en su desarrollo.
Todo nació con motivo de una visita del Cardenal Carlos Amigo Vallejo a Taizé. Está bien que un cardenal se pase por Taizé para rezar y dialogar con los jóvenes y de paso
dejarse interpelar por las preguntas que los jóvenes abren. Carlos Amigo invitó a la comunidad a preparar una etapa de la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra, en Sevilla. La comunidad de Taizé aceptó y todo se puso en marcha. Visitas, reuniones, formación de equipos de trabajo, sugerencias, búsquedas para encontrar respuestas a los problemas que surgían. Así hasta implicar a todos los grupos de jóvenes de la ciudad, incluido el mismo Cardenal. Los jóvenes que han tomado parte en la preparación me decían que para ellos ha sido un regalo rico en experiencias de fraternidad vivir todo el proceso del encuentro.
Carlos Amigo había enviado una carta a todas las parroquias y comunidades invitando a los jóvenes de la diócesis a participar “en estos días de oración, de encuentro, de celebración de la fe, de compromiso con la esperanza”.
Alois de Taizé recordó durante una de sus meditaciones que el Hno Roger también había pasado por Sevilla, que Andalucía es el lugar de España de donde más jóvenes van a Taizé. Pero también hasta Taizé habían llegado algunos emigrantes andaluces. En Taizé gusta el fuego y la generosidad de Andalucía.
Un tiempo importante del encuentro han sido los talleres durante la mañana y la tarde del sábado, para profundizar el tema del encuentro desde la realidad local:
VIVIR LO INESPERADO
… A la intemperie, teniendo como único techo el cielo, porque lo inesperado se encuentra cada día con las personas que no tienen lugar donde resguardarse y su casa son las calles de la ciudad donde vivimos.
… A través de la danza contemplativa, porque es posible entrar en oración con Dios a través de los movimientos de nuestro cuerpo
… En nuestra ciudad, porque el asombro se puede encontrar al doblar la esquina de una calle
… En una hermandad, porque en Sevilla las hay que junto a una experiencia de fe desarrollan una obra social. "Hermandades" de la ciudad de Sevilla, junto a un grupo de Cáritas, han creado un servicio de distribución de alimentos de bajo coste, el "Economato Social", donde personas con problemas económicos pueden adquirir a un 25% del precio de mercado, alimentos y productos de limpieza. La diferencia de coste es cubierta por las Hermandades que también facilitan voluntarios para que la iniciativa salga adelante
… En la clausura, porque Dios nos sale al encuentro también en el silencio meditativo y la contemplación
… En la biblia, a través de su lectura y reflexión y de nuestra respuesta.
… En el despertar de los más pequeños, cuando se educa a los más pequeños en circunstancias de exclusión social a través del deporte.
Clara, una joven valenciana de 22 años, fue acogida en Villa Teresita, una comunidad de tres hermanas que trabajan con mujeres de la calle, las acogen y viven juntas .
Decía, "Estos tres días he podido descubrir estas mujeres tan fuertes, mujeres que lo han pasado muy mal, pero que ahora ríen con cara de esperanza".
Alberto, un joven sevillano, invitado por su grupo de la parroquia de los Capuchinos terciarios, decía. "En los talleres he encontrado a gente como tú, como yo, y no esperaba encontrar esto, de verdad. He conocido a un portugués que ha venido solo después de 5 horas de viaje, y te lo encuentras y no entiendes por qué ha venido. La
gente te transmite algo que no puedo expresar ".
Los dos mil jóvenes se repartieron la mañana y la tarde del sábado por los diversos lugares. Uno de estos talleres lo llevó el Hno Alois.
Habló para un grupo de más de cien jóvenes y adultos implicados en la pastoral juvenil.
Quedó manifiesta la preocupación de todos por los jóvenes, por la pastoral con jóvenes. Con sencillez, Alois hablando de lo que viven en Taizé dijo: “no llegamos a comprender cuál es el futuro de la Iglesia”, por eso “no queremos dar respuestas, sino acompañar” … a la vez que “buscamos en la Escritura una fuente de confianza”. “Mejor no soñar con una realidad que no esté en la lógica de la encarnación, porque asumir nuestra humanidad nos ayuda a descubrir que podemos ir más allá.”
Se notaba un interés por saber cuál es la prioridad ahora para trabajar en la pastoral con jóvenes, desde qué claves. Alois repitió lo que un día el hermano Roger dijo al papa Pablo VI, “en Taizé no tenemos ninguna clave para la pastoral con jóvenes”, pero fueron apareciendo pequeñas intuiciones. A la pregunta de uno de los jóvenes sobre ¿Cuáles serían esas pequeñas claves?. Alois enumeró algunas:

- Atreverse a experimentar.
- Salir de las rutinas.
- Hacer que la Palabra de Dios sea asequible, comprensible.
- Cuidar la escucha, la atención que prestamos a cada persona.
- El acompañamiento personal. No dejar sin referencias al joven que busca.
- La Iglesia como un lugar de amistad. No ir al templo sólo para rezar, también para encontrarnos con otros.
- Dedicar tiempo a pensar en la nueva realidad, dedicar tiempo para la generosidad.
- Salir de la propia pequeña realidad para elevarse, ir a lo más grande.
- No hablar siempre de problemas, aprender a concentrarlos para ahondar en la relación personal con Dios.
- No transmitir stress, sino a Jesús.
- Hacer confianza en los jóvenes, en el don de la otra persona, facilitando
que ese don se pueda expresar. Los jóvenes descubren sus dones cuando les damos responsabilidades.
De una especial belleza estuvo marcada la oración del sábado por la noche en la catedral. Tras los textos de la Resurrección de Jesús y un hondo silencio, el Hno Alois y el Cardenal Amigo, tomando la luz del cirio pascual la repartieron entre todos los jóvenes que había en las distintas naves de la catedral.
En su meditación, Hno Alois entre otras cosas dijo: “¿Qué podemos hacer frente a la complejidad de los problemas que nos rodean? La pobreza, el desempleo, las injusticias, las personas obligadas a emigrar de su tierra, la desconfianza entre las personas o entre los pueblos…
¡Vayamos hacia los otros!
¡Superemos las barreras de nuestra sociedad!
¡Acerquémonos a aquellos que sufren!
¡Visitemos a aquellos que han sido dejados de lado!
Allí donde estemos, busquemos los gestos que podemos realizar en situaciones de desamparo.
Y descubriremos la presencia de Cristo allá donde no lo hubiéramos esperado.
Resucitado, Él está aquí, en medio de la humanidad. El nos precede en los caminos de la compasión. El nos regala vivir lo inesperado.”
Después, también el cardenal dijo unas palabras … y cuando tras el silencio y los cantos se disponían a marchar para finalizar así la oración, los jóvenes elevaron su pequeñas velas de modo que surgió una espontánea alfombra de luz. La luz se hizo más visible a la vez que se cantaba:
“EL ALMA QUE ANDA EN AMOR NI CANSA NI SE CANSA”.
El cardenal y Hno Alois empezaron a caminar cada vez más lentamente. Se percibía una especial comunicación entre los jóvenes y estos dos hombres de Iglesia. Quienes contemplábamos la secuencia a cierta distancia comprendíamos que cuando los hombres de Iglesia ofrecen a la comunidad la luz de Cristo, inesperadamente ellos mismos son iluminados en su caminar, sorprendidos, por esta luz alzada generosamente por el pueblo de Dios que también son los jóvenes.
Si es verdad que en la oración es Dios quien hace y no yo. Y el silencio significa que estoy dejando que “Otro hable… que yo espero”… Este fin de semana en Sevilla Alguien muy esperado ha abierto un camino para muchos jóvenes de Andalucía y Portugal.

Por   José Miguel de Haro



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