
Los
magos no pertenecen al pueblo elegido. No conocen al Dios vivo de Israel. Nada
sabemos de su religión ni de su pueblo de origen. Solo que viven atentos al
misterio que se encierra en el cosmos. Su corazón busca verdad.
En
algún momento creen ver una pequeña luz que apunta hacia un Salvador. Necesitan
saber quién es y dónde está. Rápidamente se ponen en camino. No conocen el
itinerario preciso que han de seguir, pero en su interior arde la esperanza de
encontrar una Luz para el mundo.
Su
llegada a la ciudad santa de Jerusalén provoca el sobresalto general. Convocado
por Herodes, se reúne el gran Consejo de "los sumos sacerdotes y los
escribas del pueblo". Su actuación es decepcionante. Son los
guardianes de la verdadera religión, pero no buscan la verdad. Representan al
Dios del Templo, pero viven sordos a su llamada.
Su
seguridad religiosa los ciega. Conocen dónde ha de nacer el Mesías, pero
ninguno de ellos se acercará a Belén. Se dedican a dar culto a Dios, pero no
sospechan que su misterio es más grande que todas las religiones, y tiene sus
caminos para encontrarse con todos sus hijos e hijas. Nunca reconocerán a
Jesús.
El
rey Herodes, poderoso y brutal, solo ve en Jesús una amenaza para su poder y su
crueldad. Hará todo lo posible para eliminarlo. Desde el poder opresor solo se
puede "crucificar" a quien trae liberación.
Mientras tanto, los magos prosiguen su
búsqueda. No caen de rodillas ante Herodes: no encuentran en él nada digno de
adoración. No entran en el Templo grandioso de Jerusalén: tienen prohibido el
acceso: La pequeña luz de la estrella los atrae hacia el pequeño pueblo de
Belén, lejos de todo centro de poder.
Al
llegar, lo único que ven es al "niño con María, su madre".
Nada más. Un niño sin esplendor ni poder alguno. Una vida frágil que necesita
el cuidado de una madre. Es suficiente para despertar en los magos la
adoración.
El
relato es desconcertante. A este Dios, escondido en la fragilidad humana, no lo
encuentran los que viven instalados en el poder o encerrados en la seguridad
religiosa. Se les revela a quienes, guiados por pequeñas luces, buscan
incansablemente una esperanza para el ser humano en la ternura y la pobreza de
la vida.
José Antonio Pagola
Red
evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Despierta la fe en un Dios
encarnado. Pásalo.
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6 de enero de
2013
Epifanía del Señor (C)
Mateo 2, 1-12
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