En
aquellas aldeas pobres de Galilea, la fiesta de las bodas era la más apreciada
por todos. Durante varios días, familiares y amigos acompañaban a los novios
comiendo y bebiendo con ellos, bailando danzas festivas y cantando canciones de
amor.
El
evangelio de Juan nos dice que fue en medio de una de estas bodas donde Jesús
hizo su "primer signo", el signo que nos ofrece la clave para
entender toda su actuación y el sentido profundo de su misión salvadora.
El
evangelista Juan no habla de "milagros". A los gestos sorprendentes
que realiza Jesús los llama siempre "signos". No quiere que sus
lectores se queden en lo que puede haber de prodigioso en su actuación. Nos
invita a que descubramos su significado más profundo. Para ello nos ofrece
algunas pistas de carácter simbólico. Veamos solo una.
La
madre de Jesús, atenta a los detalles de la fiesta, se da cuente de que "no
les queda vino" y se lo indica a su hijo. Tal vez los novios, de
condición humilde, se han visto desbordados por los invitados. María está
preocupada. La fiesta está en peligro. ¿Cómo puede terminar una boda sin vino?
Ella confía en Jesús.
Entre
los campesinos de Galilea el vino era un símbolo muy conocido de la alegría y
del amor. Lo sabían todos. Si en la vida falta la alegría y falta el amor, ¿en
qué puede terminar la convivencia? María no se equivoca. Jesús interviene para
salvar la fiesta proporcionando vino abundante y de excelente calidad.
Este
gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el
contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes
religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se
dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.
Los
evangelios presentan a Jesús concentrado, no en la religión sino en la vida. No
es solo para personas religiosas y piadosas. Es también para quienes se han
quedado decepcionados por la religión, pero sienten necesidad de vivir de manera
más digna y dichosa. ¿Por qué? Porque Jesús contagia fe en un Dios en el que se
puede confiar y con el que se puede vivir con alegría, y porque atrae hacia una
vida más generosa, movida por un amor solidario.
José Antonio Pagola
Red
evangelizadora BUENAS NOTICIAS
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20 de enero de
2013
2 Tiempo ordinario (C)
Juan 2, 1-11
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